VUELVO EN 5

Vértigo y mariposas en la panza, como una adolescente que espera a que su chico le toque el timbre (hoy por hoy sería un mensaje de Whatsapp). Así me siento en esta previa de la escapada sin hijos. Lo dudé, lo consulté con la almohada, dije que sí y después me arrepentí, dije que no, aunque no muy convencida, lo seguí pensando un poco más hasta que lo imaginé y me gustó. Entonces, ¿por qué no?  Querida culpa, no intentes hacerme bullying otra vez, este aire es positivo para todos. Vacaciones de hijos para nosotros y vacaciones de padres para ellos. Estamos a mano.

Como en nuestras épocas doradas de jóvenes despreocupados y aventureros, pero algunos años después. Me voy a despedir de mis hijos con un beso (o dos) y algunos abrazos más largos que lo normal. Les voy a decir que los quiero mucho y que se quedan en buenas manos. Y cuando el avión tome velocidad y despegue voy a (tratar de) sonreír sin culpas, le voy a pedir a la azafata un vaso de Coca Light con hielo y me voy a acomodar en mi asiento dispuesta a PERMITIRME disfrutar de estos pocos días en donde mi maternidad entra en paréntesis. En este merecido paréntesis sin cambiar pañales ni preparar mamaderas, quizá termine ese libro que dejé en la página 29 hace meses, voy a redescubrir lo que es la vida de a dos y en una de esas me trepo a unas plataformas y nos vamos de milonga.

Pienso soltarme ese rodete, dormir hasta la hora que quiera, desayunar con café caliente y no recalentado, tomar sol sin levantarme cada dos por tres y charlar de corrido. También pienso reírme en cantidad, comer rabas y tomarme algún trago.Vuelvo en 5, en 5 días. Abandono el modo #fastfoward y me tiro de cabeza en otro más m a n s o y t r a n q u i l o para volver más joven, más fresca, más descansada y más inspirada. ¡Chin chin por este paréntesis!



Comentarios

Entradas populares