¿Y A MÍ QUIÉN ME ADAPTA?

Estaría necesitando un curso intensivo para aprender a adaptar, alguien que me tire algunas coordenadas para saber cómo avanzar en esta caótica tarea para la cual soy pésima. Tengo dos hijos inadaptados que no quieren saber nada con ir al jardín y que tienen una madre que también necesita adaptación para aprender a adaptar. Una auténtica manga de inadaptados, bah.

Pero cómo, ¿está en preescolar y necesita adaptación? La vecina, qué atinada en sus comentarios. Mi única respuesta fue una sonrisa exagerada y muy falsa. Es que jardín nuevo, amigos nuevos, caras nuevas, horario nuevo y escenario nuevo. Todo demasiado nuevo. Ya no son un par de horitas en un jardín rural, manso y parsimonioso, de calles de tierra, bicicletas y cantos de paloma a la hora de la siesta. Hoy es todo el día en un jardín en el medio de esta jungla de cemento, esta ciudad apurada y malhumorada, con bocinazos en vez de aplausos, con sirenas en vez de relinchos de caballo. "Quiero crecer para no tener que ir más al jardín". Si supieras, hijo mío, que a medida que crezcas todo se va poniendo más difícil y que hoy tu vida es un jardín de infantes, literal. "¿Qué hacías vos cuando estabas en sala de 5?" Entonces me senté, sus anteojos se le empañaron por las lágrimas y yo también empecé a llorar, pero para adentro. Porque una de las cosas que aprendés cuando sos mamá, es a llorar para adentro. Le conté que a mí también me cuestan los cambios, que no soy buena para los comienzos, pero que se quede tranquilo, que todo iba a estar bien. Creo que eso lo hizo sentir mejor porque sus lágrimas dejaron de caer.

Y cuando creo que ya estoy recuperada tengo que correr porque el pichón menor también tiene que llegar a su jardincito, y entonces se me vuelve a armar el nudo en la garganta y vuelvo a ser una ensalada de emociones. Porque mi bebé llora, me abraza con sus brazos regordetes y me mira pidiendo auxilio. Entonces, una vez más, empiezo a llorar para adentro y se me ocurre que algo estoy haciendo mal. Quizá les cueste porque a mí me cuesta, quizá no les doy la confianza suficiente o no les transmito seguridad, quizá tenga que cambiar la estrategia, dejar lo emocional de lado y escuchar un poco más a la razón. Pero ¿cómo se hace eso? ¿Sabrán que estoy llorando para adentro?

Después vuelven a casa, se reencuentran, se abrazan y sonríen. Se sienten a salvo, la angustia desaparece y las lágrimas se evaporan. Entonces dejo de ser una ensalada de emociones y me relajo, pensando que esto también va a pasar, tarde o temprano. Sí, somos una manga de inadaptados pero verlos sonreír cuando vuelven a su espacio me hace pensar que puedo hacer muchas cosas mal, pero ALGO estoy haciendo bien.










Comentarios

  1. Me siento igual de mal que vos, siento que no soy una buena mamá,que falló todo el tiempo. Pero cómo puede ser? Tengo dos nenas, ( Bianca el domingo cumple tres) y Valentina tiene un año y medio. El tema es con Bianca. No quiere dejar los pañales. Ya teníamos el jardín, todo listo, y qué hago mal? Escucho a mis amigas y conocidas, suben fotos de sus bebés en el jardín sala de tres, y la mía no puede empezar xq no hay forma que deje los pañales! Parece una tontería, pero me siento frustrada como mamá. En que falló?
    La más chiquita, pide de hacer caca en la pelela,son tan diferentes!!!
    Y aunque todos me digan que cada una tiene sus tiempos, eso no hace que yo no me sienta mal...
    Lo único que espero es que el año que viene, esté contando otra historia..

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  2. Hola Andrea! Gracias por compartir conmigo tu historia! No entiendo cómo los jardines exigen eso, me parece tan antinatural. Es cierto que cada uno tiene sus tiempos, y eso hay que respetarlo, es una cuestión de madurez. Te diría que no te sientas frustrada y que te olvides de que estás fallando. No fallás en nada! Es una nena perfectamente normal y cuando ella se sienta lista lo hará. Más tarde o más temprano, pero lo hará. Tranquila!!! Te mando un beso enorme!!

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  3. Te encontre en Instagram hace poco y me enganchaste desde el principio. Que lindas palabras y que bellas fotos. Gracias por compartir este espacio. Esta nota en especial, me hizo sentir acompañada. Siempre he soñado con tener un blog, me encanta escribir (aunque no soy buena) y me encanta tomar fotos. Quien sabe y me inspiras a animarme.

    Soy Laura, soy guatemalteca pero vivo fuera de mi pais hace ya muchos años. Ahora vivo en Brasil. Tengo una hija de 4 años, se llama Mia y es una argentina cordobesa hermosa. Tengo también a Luca de dos años y a Maya de 6 meses, ambos hermosos brasileños.

    Este año Mia empezó el jardín, lloramos 6 meses las dos en la despedida. Si, SEIS meses. Y digo que lloramos las dos porque aun no aprendi a llorar hacia adentro, la pobre se tuvo que bancar también mis lagrimas, jaja! También yo me sentí perdida. También yo sentí que era mi culpa, que no le daba confianza, que no le transmitía seguridad. Qué loco el mundo en el que vivimos, no? Siempre las madres sintiéndonos culpables, siempre el sistema haciéndonos dudar, como si no naciéramos con un instinto perfecto. También nosotros nos sentimos desadaptadas, pero luego vienen los dias buenos, esos donde sabes que esta todo bien y que quien dijo que los normales o adaptados son los que viven o hacen las cosas bien.!? Y de ahí, llegan dias como hoy, cuando me topo con tu historia y me hace feliz saber que no estamos solas, que hay mas desadaptados como vos y yo y Cruz y Mia...

    Besos!

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