EL MENSAJE OCULTO DETRÁS DEL ÁLBUM DEL MUNDIAL

¿Acaso el mundo se divide entre los que completan el álbum del Mundial y los que no? El otro día escuché que completarlo sale una pequeña fortuna entonces me acerqué a mi hijo y le dije: "querido hijo, en la vida no todo se da servido en bandeja, a veces hay que desplegar tácticas y estrategias para conseguir lo que uno desea". Estoy segura de que -así- la satisfacción de haberlo logrado se siente distinto en cada centímetro del cuerpo. Y yo lo siento en cada centímetro de mi bolsillo.

Acá es donde entra el juego el intercambio y el trueque. La famosa táctica que hablamos antes. Hace un tiempo que en casa hacer la cama los sábados vale 3 paquetes de figuritas y ordenar el cuarto vale 5. Y si che, una también tiene derecho a desplegar sus propias tácticas y estrategias. Como encontrar ese lugar secreto que vende los paquetes a 11 a pesos. Sería capaz de compartir el dato, eh. De última siempre podemos ir en dulce montón a cambiar a Parque Rivadavia, hoy convertido en el centro de operaciones más famoso.

Hablando de la  figurita difícil, anoche soñé que lo teníamos a Messi. Al final es un lío conseguirlo a Lío, y hay quienes lo tienen repetido, qué picardía. Es que no sólo los padres se involucran en este asunto, ayudan a sus hijos y llevan las repetidas a la oficina para cambiarlas con sus compañeros de trabajo. Las mamás se sientan -cuadro sinóptico de por medio- para saber con exactitud cuántas faltan, de qué equipo y cuáles sobran. Tema recurrente hoy en día en el chat de mamis: "a Pirulo le falta la la 101, la 19, la 311 y la 358. ¿Alguna lo tiene a Messi repetido? ¿Cambiamos después del cole?". Resulta que algunos colegios empezaron a prohibir que los chicos lleven sus álbumes y sus figuritas cuando se dieron cuenta de que nadie prestaba atención en clase y que los de quinto año entregaban a Michael Murillo de Panamá (¿) -aquél que nadie conoce- y a cambio le exigían al de primer grado que entregue a Neymar. Tanto es el furor, que ahora entre los tres deseos que piden los chicos antes de soplar sus velitas está "que me toque Mascherano".

El Mundial me pone nerviosa. Me brota un costado barrabrava y puteador que sólo aparece cada cuatro años. Me como las uñas, me tapo los ojos y me contracturo. Desde el Mundial pasado les tengo pánico a los alemanes. Sospecho que son seres especiales. Pero debo confesar que hay algo que me gusta del álbum y todo su folclore, a pesar de la pequeña fortuna que sale completarlo. ¿Será esa pasión que es capaz de unir a todo un país como nunca nada más lo supo unir?¿O será esa misma pasión que atraviesa generaciones? Tal vez tenga que ver con lo que provoca:  motivación, enseñanza, sana competencia. El álbum los obliga a aprender a pensar, a defenderse, a dibujar planes de acción, a trabajar para cumplir deseos. Los prepara para la vida, capaz. Y los aleja, aunque sea un poco, de la tecnología. Al final el folclore del álbum no es cosa de chicos. Es cuestión de saber descubrir el mensaje que se esconde detrás.






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